ATB y Abya Yala son las estaciones que más se beneficiaron con los contratos del Estado.
En un año y ocho meses de gobierno de Luis Arce se destinaron más de 140 millones de bolivianos a la propaganda gubernamental en la televisión y medios digitales privados, siendo las redes ATB y Abya Yala las que más se beneficiaron con los contratos por la difusión de publicidad del Ministerio de la Presidencia.
Los datos se basan en los contratos y actas de recepción reportados por el Ministerio de la Presidencia al Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes) que son de acceso público.
La empresa ATB suscribió al menos 12 contratos administrativos con Presidencia por el servicio de difusión en televisión, radio y página web por un valor de unos 39 millones de bolivianos, que significa más del triple de la publicidad que reciben redes como Bolivisión y Cadena A, entre otras.
Este dato no incluye la publicidad de empresas estatales y otras dependientes del Gobierno, sólo toma en cuenta los contratos del Viceministerio de Comunicación, que depende de Presidencia.
ATB y Abya Yala son considerados medios de comunicación afines al Gobierno. Este último canal fue obsequiado por el gobierno iraní al expresidente Evo Morales, quien luego creó una fundación “sin fines de lucro”. El accionista mayoritario de ATB es Jaime Iturri, quien también se desempeña como director de noticias.
Abya Yala
El canal Abya Yala también suscribió al menos siete contratos por un monto de 22,5 millones de bolivianos por la “prestación de servicio de difusión en medio televisivo” o alguna campaña comunicacional del Gobierno en específico.
En un contrato firmado el 14 de febrero de 2022 por la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, y la gerente general de la fundación, Amanda Dávila, se especifica que por concepto de la difusión de spot televisivo en red nacional, menciones, banners, transcripción (radio urbano La Paz) y transmisión la proveedora (Abya Yala) prestará el servicio desde la suscripción del contrato hasta el 31 de mayo de 2022 o hasta haber agotado el presupuesto de 5.000.000 de bolivianos.
El canal de televisión, por ejemplo, tiene una tarifa plana de 30 bolivianos por segundo por la difusión de un spot televisivo en red nacional y si de menciones se trata el pase tiene un costo de 240 bolivianos.
Los contratos establecen que los proveedores cumplieron con todas las especificaciones y requerimientos demandados por lo que deben entregar facturas por los montos pagados, y también se establecen penalidades en caso de incumplimiento.
En el gobierno de Morales (2006-2019) se denunció una asignación inequitativa de la publicidad estatal o con base en criterios de afinidad política, lo que fue calificado por periodistas de una “asfixia económica”.
Hay contratos con medios de comunicación que se publican en redes sociales o página web, o periodistas independientes con programas en la radio, la televisión o en redes sociales.
Otro medio que también tiene al menos ocho contratos con Presidencia es la empresa RTP, por un monto de 13,9 millones de bolivianos.
Después siguen la lista Bolivisión (13,5 millones), Gigavisión (11 millones), Cadena A (9 millones), Telesur (7 millones), PAT (5 millones), Red UNO (4,3 millones), Unitel (4,2 millones), TV OFF (3,4 millones), XTVO (2 millones), Detrás de la Verdad (1,4 millones) y Kawsachun Coca, el medio multimedia de los productores de coca del trópico de Cochabamba tiene contratos por 1,2 millones de bolivianos.
Las radios de las “organizaciones sociales” del MAS también firmaron contratos, aunque por montos menores, por ejemplo, la radio de la Confederación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa registra convenios por un monto de 247.500 bolivianos por la difusión de publicidad gubernamental.
Entre los contratos con comunicadores independientes resalta el de Antonio Gutiérrez, quien recientemente entrevistó al presidente Luis Arce en una radio de la ciudad de El Alto.
También se reconocen medios digitales como Fama, Poder y Ganas con al menos dos contratos, y Poder y Placer o Bolpress, Telestrella y VOS TV.
Fuente: Página Siete