En 2009, el gobierno de Evo Morales adquirió los aviones chinos y dos años después llegaron al país. Estaba prevista la llegada de naves checas, pero Estados Unidos se opuso y el contrato se anuló.
Los seis aviones chinos K-8 que llegaron en 2011 fueron ensamblados en Bolivia por técnicos nacionales y del país asiático, después de recibir capacitaciones específicas. Las aeronaves arribaron al país en vez de seis de fabricación checa que en un principio estaban contempladas, pero Estados Unidos no autorizó la exportación.
El 2 de octubre de 2009, el entonces presidente Evo Morales y su gabinete ministerial, entre ellos el titular de Defensa, Walker San Miguel, autorizaron la compra directa, sin licitación, de seis aviones de combate K-8 de fabricación china por un monto de 57,8 millones de dólares.
La adquisición fue aprobada en el Decreto Supremo 310 en el que, además, se explica que las aeronaves servirán para renovar “ineludiblemente” el equipo de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB).
La norma derogó el Decreto 29852, del 11 de diciembre de 2008, el cual autorizaba la compra directa de seis aviones L-159 ALCA, de fabricación checa.
“Los aviones K-8 fueron ensamblados en Bolivia, primero porque lógicamente los tenían que traer por partes, no podían volar desde China. Viajaron 12 pilotos y técnicos a China a capacitarse y cuando vinieron también recibieron capacitación”, cuenta un piloto civil, conocedor de los aviones de combate.
La suma erogada por los seis aviones K-8 cubrió además los costos para un simulador de vuelo, dos motores de repuesto, sistemas interactivos e instructores multimedia, soporte de herramientas, repuestos y manuales para el ensamblaje.
Susto por un accidente
La capacidad y tecnología de estas aeronaves causaron dudas y preocupación después de que el pasado 24 de marzo una de ellas cayera en Sacaba, Cochabamba, sobre una vivienda y dejara a una joven sin vida. Los pilotos lograron eyectarse y así salvaron su vida, pero no de un proceso penal del cual son ahora investigados por la Fiscalía.
No obstante, un general de la FAB afirma que los aviones chinos son buenos, en cuanto a tecnología como en el ámbito operativo. “Lo que pasó en Sacaba fue un hecho aislado, un accidente, algo fortuito. Por eso nuestra condena por el proceso del cual son afectados los pilotos”, dice en defensa del piloto Iván Zubieta y el copiloto Juan Alcázar Vega.
Horas después del accidente, el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, informó que la aeronave hizo sus prácticas en las afueras de la zona urbana y estaba de regreso al aeropuerto Jorge Wilstermann. “Sorpresivamente se precipitó a tierra, por lo que la tripulación tuvo que salir en paracaídas. Lamentamos la pérdida de una vida y cuatro heridos”, dijo la autoridad.
En ese contexto, la Fuerza Aérea Boliviana conformó una Junta Investigadora de Accidentes Aeronáuticos (JIAA), que empezó un sumario investigativo para establecer las causas y responsabilidades del accidente aéreo.

Foto:APG
Iban a llegar aviones checos
El decreto 310, que aprobó la compra de las aeronaves chinas, derogó el decreto 29852 que autorizaba la compra directa de seis aviones checos.
Esa adquisición también incluía un simulador de vuelo L-159, entrenamiento para pilotos y técnicos, equipo de apoyo terrestre, repuestos, herramientas y documentación de los aviones. La suma de la operación llegaba también a los 57,8 millones de dólares.
Sin embargo, la transacción no llegó a su fin debido a que el Gobierno de Estados Unidos decidió no autorizar la exportación de las naves, cuya tecnología tiene varias partes norteamericanas. Fue por eso que se decidió comprar los aviones chinos K-8.
El 8 de agosto de 2011, la ciudad de Tarija, y el desfile militar por el aniversario de la FAB, fue el escenario elegido para presentar los seis nuevos aviones caza K-8. Dos meses antes llegaron 29 contenedores con los materiales para ser ensamblados; llegaron también las partes de un simulador de vuelo K-8, dos motores de repuesto, un sistema de vehículo de prueba para mantenimiento, sistema destructor interactivo, repuestos y herramientas.
Datos técnicos
- K-8 El avión K-8, “Karokorum” es un avión de ataque ligero, que también es usado para entrenamiento, diseñado conjuntamente entre Pakistán, por la Aeronautical Complex, y por China, por la Nanchang Aircraft Manufacturing Corporation, según informan portales digitales.
- Características Es un entrenador avanzado de empleo liviano que puede realizar operaciones tácticas, tiene un amplio rango, puede ser empleado para entrenamiento avanzado en operaciones militares aerotácticas de vuelo.
Entre 2010 y 2013 hubo 3 accidentes en Venezuela
Entre 2010 y 2013, tres aeronaves chinas K-8, que también operan en Venezuela, sufrieron accidentes, lo que despertó preocupación y dudas en ese país. No obstante, hasta la fecha no se reportó ninguno más.
El 21 de julio de 2010, un avión militar K-8 de fabricación china y perteneciente a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB ) se estrelló en un área despoblada del Valle del Turbio, Barquisimeto, uno de los pilotos resultó herido y el otro ileso al eyectarse, informó iasca.aero.

Dos años después, el 27 de noviembre de 2012 una aeronave K-8 presentó un desperfecto mecánico y se precipitó a tierra en las cercanías de la base aérea Libertador de Palo Negro, en el estado de Aragua, al final de un desfile aéreo que se realizó en la instalación para conmemorar el Día de la Aviación y de la rebelión cívico-militar del 27 de noviembre de 1992 de Venezuela.
Finalmente, la madrugada del viernes 26 de julio de 2013 se reportó la caída de un avión K-8 en la base aérea Rafael Urdaneta. Se conoció que la teniente Milenia Bolívar salvó su vida tras eyectarse del avión y fue trasladada a un hospital. La aeronave estaba en ejercicios tácticos minutos antes del accidente.
Fuente: Página Siete