La producción de leche depende de cultivos forrajeros como los granos, que actualmente tienen altos costos y bajos rendimientos productivos, algo que se puede contrarrestar con los transgénicos, según la dirigencia del sector
Alvaro Rosales Melgar

“La producción de leche depende de cultivos forrajeros como los granos, que actualmente tienen altos costos y bajos rendimientos productivos. Con la aplicación de la biotecnología en el campo vamos a poder superar el atraso tecnológico en el que se encuentra nuestro país y mejorar la competitividad e inversión en Bolivia”. Las palabras de Klaus Frerking, presidente de la Federación Departamental de Productores de Leche (Fedeple), se suma al visto bueno del sector productivo con respecto al ingreso de nuevas semillas transgénicas.
Los productores lecheros esperan que este decreto se profundice y que a futuro permita la creación de centros de investigación, a fin de desarrollar trabajos orientados a mejorar las condiciones de producción y alimentación en el país.
El dirigente señaló que la medida permitirá mejorar la eficiencia de la agropecuaria nacional y resaltó que esta postura estatal dará pie a potenciar la cadena agropecuaria, pues al incorporar tecnología se incrementará la producción por hectárea, cuidando así los recursos naturales y haciendo un menor uso de agroquímicos.
Lecheros impulsan campaña solidaria y entregan alimentos a familias más necesitadas
Las asociaciones de ganaderos de los municipios de la provincia Velasco distribuirán 22.000 bolsas de leche en Santa Cruz. En Beni se repartirán 8.000 bolsas de leche. También donarán dos tonelada de carne bovina
La iniciativa también es bien recibida por los productores pequeños, ya que dependen, principalmente, de la soya y del maíz para alimentar al ganado. Cerca del 85% en Santa Cruz y más del 95% en Cochabamba y La Paz son lecheros pequeños.
En días pasados, el Gobierno emitió el Decreto Supremo 4232 que autoriza al Comité Nacional de Bioseguridad establecer procedimientos abreviados para evaluar en campo semillas de caña, maíz, algodón, trigo y soya genéticamente modificadas en sus diferentes eventos, destinadas al abastecimiento del consumo interno y externo.
Fuente: El Deber.