Los Diablos Rojos vencieron 4-1 al Bournemouth y sumaron su tercer triunfo consecutivo.
La figura del encuentro fue el francés Paul Pogba, quien desde la salida del entrenador portugués, tiene más libertades en la cancha y parece haber recuperado las ganas de jugar. El campeón del mundo abrió la cuenta en el minuto cinco y en el 33 puso el 2-0 en lo que fue un encuentro cómodo para el United.
Marcus Rashford y Romelu Lukaku aumentaron la cuenta para el conjunto local, mientras que Nathan Aké logró el descuento al final de la primera parte. Doce anotaciones en tres salidas, la muestra de que el noruego quiere un equipo volcado al ataque, atacando por las bandas y, sobre todo, muy organizado en la manera de hacerlo.
Le puede interesar: José Mourinho, el inestable
Y parece que sus dirigidos le han entendido a la perfección, pues el mal juego del semestre parece olvidado y ahora solo se habla de la conexión que han hecho hombres como Pogba, Rashford y Lukaku, antes muy dispersos en el terreno de juego.
Ahora, con el fin de año esperado, el Manchester United espera un 2019 en el que pueda seguir descontando en la tabla de posiciones para garantizar un cupo a la Champions League de la temporada que viene.
Fuente: El Espectador.