El gran sexo es rico en espontaneidad y exploración, asumiendo, por supuesto, que tienes su consentimiento. Sin embargo, hay una que otra zona femenina que no deberían tocarse en lo absoluto, mucho menos en un momento tan vulnerable como el sexo.
Cuello uterino
Si alcanzas el cuello uterino durante el sexo, debes reconocer que algo anda mal. Recuerda, estamos hablando del estrecho canal que conecta la vagina con el útero… justo donde crecen los bebés.
Este es un lugar donde no deberías ir… ¡jamás!
Para empezar, es doloroso tener algo que golpee el cuello uterino, sin mencionar que podría arruinar el sexo y la experiencia en general. En caso de llegar ahí, es hora de cambiar la posición o el ángulo.
También puede ser el resultado de un mal juego previo. Su útero va a “alzarse” cuando esté lo suficientemente excitada, haciendo que la cavidad vaginal se vuelva un poco más profunda. Así que no se salten el juego previo.
La cabeza del clítoris
Esto suena contraproducente, pero el clítoris (lleno de terminaciones nerviosas) puede llegar a ser muy intenso si se estimula directamente. Tocar directamente el punto C, especialmente si está muy excitada, puede ser un gran error.
Es como si tomaras un trago de agua tibia cuando tus dientes están sensibles… Nada agradable, ¿cierto? Es por eso que lo más recomendable es tocar alrededor del clítoris en movimientos circulares.
Pies
Especialmente si está usando calcetines. Un estudio hecho por la Universidad de John Hopkins, descubrió que usar calcetines puede incrementar el potencial del orgasmo femenino y masculino.
¿Por qué? Para llegar al orgasmo, las mujeres necesitan estar relajadas y libres de ansiedad, cosa que no podrá suceder si tienen los pies fríos.
Ano
A menos que estés completamente lubricado y tu chica esté consciente y haya dado su consentimiento, adelante. El juego anal puede ser increíblemente placentero, tanto para mujeres, como para hombres, pero no es nada que pueda realizarse en un par de minutos. Se necesita práctica, mucha estimulación y gran tranquilidad.
Foto: Archivo Eme de Mujer
Por: Silvia Sánchez
Fuente: El Universal.