La red social explica cómo detecta y borra noticias falsas, ofensivas o vídeos violentos
ROSA JIMÉNEZ CANO
A través de la inteligencia artificial espera quitar el contenido nocivo más rápido, incluso antes de que se alerte de su difusión, ha subrayado. “En caso de suicidio puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Tan pronto como la tecnología lo encuentra, se da una primera respuesta. Ya hemos atendido miles de casos”, han presumido.
En el caso del terrorismo han insistido en que, durante el primer trimestre de 2018, han eliminado más de dos millones de piezas promovidas por ISIS y al-Qaeda. Aún así, han reconocido que la necesidad del ojo humano es patente. Su equipo de revisión supera ya los 20.000 empleados.
La inteligencia artificial también tiene un papel relevante para detectar lo que considera no adecuado para su plataforma, desde los desnudos a la violencia o los mensajes de odio. “Estamos empezando a usar tecnología para condenar los mensajes de odio. Ya lo hacemos con inglés y portugués. Además, los equipos lo revisan para poder describir mejor por qué es ofensivo y mejorar el sistema”, ha desvelado.
Las cuentas falsas es uno de los vehículos de propaganda. “Intentamos darlas de baja antes de que tengan capacidad de hacer año. Nuestra prioridad es frenar el spam, las noticias falsas y la desinformación. Un primer paso ha sido desactivar cuentas automáticas dedicadas a hacer timos financieros”, han insistido los responsables de Facebook.
La conectividad es otra de sus obsesiones. Siguen adelante para llevar el acceso a Internet a todos los rincones, no solo con sus aviones Aquila, sino también con un sistema de redes que van a desplegar en San José. Una ambición insaciable pero difícil de creer si se tiene en cuenta la dificultad para mantener la sala de conferencias con wifi estable.
Schroepfer ha alabado el papel que junto a Telefónica están desarrollando en Perú para llevar Internet a zonas alejadas. Facebook ha pasado de presentarse como una amenaza a ser un aliado de las empresas de telecomunicaciones.
Fuente: El Pais.